Elizabeth estaba vestida de rosado, de un rosado fuerte, como el de los dulces de azucar que se consiguen en las catedrales de Colombia al salir de misa los domingos, especialmente de esos que venden en Buga. Su vestido le quedaba tan apretado que parecia que el vestido se fuese a descoser a cualquier momento, o que Eli fuese a explotar a cualquier instante. Su pelito lo tenia todo peinado con esas trenzas que le hacen a uno en las playas de la costa o el Caribe cuando se va de vacaciones. Y estaban tan pegadas a su cuero cabelludo, que aun no se porque la bebe no lloraba. Tarde dos dias en quitarle esas trenzas, teniendo que cortar los resortes con tijera y haciendolo la mayor parte del tiempo cuando ella estaba dormida.

Greg y yo quedamos solos, pienso que ambos nos sentimos raros, yo por lo menos no sabia que pensar, tan solo sentia un nudo en la garganta combinado con ansiedad y un poco de depre.
Como yo era la que hablaba Espanol, y como no podiamos dejar sola a la nina, entonces sali a tomar un taxi desde el hotel hasta un supermercado cercano (Supermercado Paiz) a conseguir el agua embotellada para los teteros de Eli. O para la "pacha" como le dicen en Guatemala.
Cuando sali del hotel eran como las 5 de la tarde y regrese casi a las 7 de la noche. Al llegar, Greg me dijo que la bebe seguia durmiendo y que no se habia despertado para nada, pero como unos 5 minutos despues de yo haber llegado, comenzo a despertarse. Estabamos esperando ese llanto inconsolable de Elizabeth al no ver a la Sra. Juanita o a alguien conocido. Pero no fue asi. Nos miraba mucho, especialmente a Greg. A el lo miraba y se sonreia. La cambiamos de panal y de ropita por supuesto, y afortunadamente la noche anterior a salir de viaje, estabamos en un supermercado en Boston cuando Greg vio una crema para quemaduras de bebe que Kathy, la cunada de Greg solia comprar para Rachel, (sobrina de Greg )cuando ella era bebe. Si no hubiera sido por esta crema, no se que hubieramos hecho. En fin, la arreglamos para acostarla y le dimos "la pacha". La pusimos en la cuna como a eso de las 10 de la noche, dejamos el tetero en nuestra mesita de noche y nos fuimos tambien a la cama esperando en algun momento tener que levantarnos para darle mas biberon, pero a pesar de todos los pronosticos, Elizabeth durmio sin interrupciones hasta las 7 de la manana, hora en que se desperto y comenzo a pararse en la cuna sosteniendose con sus manitas. No lloraba, tan solo observaba.
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